Parece que fue ayer cuando hablaba con la soledad y la obscuridad,
la Luna siempre observando cuando la hora llegaba, esa hora infernal de querer olvidar.
Parece cosa enferma querer volver a la hora del culto de Luna, pero eran épocas de arte y nostalgia eterna.
Era cuando más escribía, donde las mejores fotos salían, donde ni me importaba caer bien, creo que en ese momento era libre, nada podía detenerme, es cuando más yo fui.
El culto de Luna siempre está por venir, solo que ahora me distrae la gente, pero regresa la apatía, me canso de todos, me fastidian ¿cómo puede uno cansarse de la gente? parece que los demás están muy cómodos.
Me gusta encerrarme en la música, en la poesía y en el buen cine, o no sé si sea bueno, pero amo ese cine que me hace reír, llorar y meditar sobre la humanidad, como verla desde lejos, tal como si fuera un ajeno al mundo, creo que de cierta forma mi mente funciona diferente, siempre lo he sospechado pero no le he puesto demasiada atención, solo se que muchas cosas "importantes" me parecen absurdas de importar y cosas irrelevantes para otros, me parecen de suma importancia.
Necesito un culto nuevo a la Luna, pero ahora podré hacerlo frente a la gente...
Historia de un demente
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